Escucharnos

Es un espacio de conversación y diálogo para niños, niñas y adolescentes de la región del Biobío sobre las diferentes violencias que se viven en el día a día en nuestras comunidades.

Estos diálogos participativos se implementarán en 10 comunas de la región (Arauco, Alto BioBío, San Pedro de la Paz, Cañete, Los Angeles, Cabrero, Concepción, Coronel, Lota y Talcahuano) y serán voluntarios, confidenciales, deliberativos, significativos, transparentes e incidentes.

Este proceso de participación permitirá a las autoridades del Gobierno Regional del Biobío considerar los puntos de vista y las propuestas de los niños, niñas y adolescentes al momento de tomar decisiones de política pública. Vamos a generar ideas para convivir mejor.

En las salas de clase se debatirá en torno a cuatro espacios donde pueden ocurrir violencias, es decir situaciones donde una persona o un grupo hace uso de la fuerza física o uso del poder para amenazar a otros con el fin de causarles daño:

  • En el barrio o comunidad local.
  • En la vida en la escuela.
  • En el núcleo familiar.
  • En las redes sociales.
Escucharnos

Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser oídos.

La Convención sobre los Derechos del Niño plantea como uno de los derechos de niñas, niños y adolescentes el formarse un juicio y ser oído en toda materia que les afecte. Pero, ¿qué significa ser oídos? ¿Y qué materias les afectan?

Los niños, niñas y adolescentes forman parte de la vida social de cada espacio que habitan: el barrio, la familia, la escuela, la comuna, el país. En tanto sujetos de derechos, por lo tanto, toda situación que se da en los espacios que habitan es una materia que les afecta directa o indirectamente, sobre la que pueden formarse un juicio y tienen derecho a opinar. Desde esta perspectiva, los niños, niñas y adolescentes son reconocidos como ciudadanos: como sujetos que forman parte de su entorno y tienen la capacidad de transformarlo.

Sin embargo, es habitual que las niñas, niños y adolescentes no sean reconocidos como ciudadanos. Su presencia y su voz es tantas veces ignorada, invisibilizada o desvalorizada. Y otras tantas veces, aun generándose espacios para la expresión de sus opiniones, éstas no son tenidas en cuenta para las decisiones que se toman.

El derecho a ser oído no se da sólo al abrirse espacios de expresión de opiniones. El derecho a ser oído se cumple cuando niños, niñas y adolescentes tienen claridad sobre el modo en que sus opiniones son consideradas en las decisiones adoptadas. ´

En “Ahora Tienen que Escucharnos” se ha asumido el desafío de dar cumplimiento al derecho a ser oídos de niñas, niños y adolescentes:

  • Se les reconoce como sujetos con capacidad de agencia; es decir, de generar acciones y propuestas que pueden modificar sus vidas y las de su entorno.
  • Reconoce que niñas, niños y adolescentes pueden –y deben- participar en procesos de toma de decisión frente a temáticas sensibles a nivel local, regional o nacional. Y el abordaje de las violencias es, sin duda, un tema sensible que les afecta.
  • Reconoce que para dar cumplimiento al derecho a ser oído, la participación no sólo es un acto de consulta, sino posteriormente de discusión y presentación de propuestas que surjan de las preocupaciones y sugerencias que los niños, niñas y adolescentes den.